El objetivo de un proceso terapéutico es aumentar nuestro nivel de conciencia adquiriendo herramientas que nos empoderen y ayuden a construir una vida con mayor bienestar.
La terapia se enfoca en sanar las experiencias que nos han marcado “negativamente” en nuestra vida para que realicemos un cambio de perspectiva de éstas, utilizando un enfoque constructivo a partir de las fortalezas aprendidas y así comenzar a construir una vida más alineada a la que deseamos vivir.
El coaching entrega herramientas para la creación de un plan de acción efectivo para ir trabajando día a día en alcanzar nuestros objetivos personales.
Si no sanamos vemos la realidad teñida por interpretaciones que vienen desde nuestras experiencias de dolor tempranas y éstas nos obstaculizan para cambiar nuestra realidad.
En consecuencia, tratamos de controlar lo externo para no volver a sufrir pero no se puede porque hay muchos factores que NO DEPENDEN de nosotros y nos frustramos más.